*El amor sucede*, por H. R.
Se levantaba cada mañana para verle. Miraba con un suspiro, detrás de una cortina, para que él no pudiera ver su cara. Contaba los minutos esperando a verle pasar, como...
Un suspiro le despertó y recordó la noche anterior, los juegos de palabras, las sonrisas cómplices cargadas de deseo contenido, aquella mirada precursora de la pasión que vendría, rodeada de una calma que no era tal.
Muchos fueron los segundos de espera, las horas de chat a deshoras, el juego de conocer otra vida, el libro de dos vidas que se entrelazan hasta fundirse en la primera de muchas noches.
Un suspiro le despertó y un beso le cubrió de sonrisas el corazón.
Una noche de pasión. Una mañana de ilusión.