Serendipia, por María Serrano
¿Qué? – contestó él con aire distraído mientras terminaba de fregar los platos. *** Ella lo miraba intensamente apurando su taza de té. Adoraba observarle realizar las tareas cotidianas; pensaba...
Porque revoloteas en mis entrañas y me haces saltar de pura emoción, porque ese revoloteo no se pierde y salgo a la calle a empaparme de toda la vida que me das para crear y seguir creando. Sintiendo mariposas revoloteando en mis entrañas porque eso siempre es señal de que mi musa ha venido a verme.